Me sentí muy contenida y cómoda desde el primer día. Quiero destacar el profesionalismo docente, la calidez y el nivel académico.

Los profesores proponen clases con propuestas donde "te atrapa el aprender", entonces se hace atractivo y entretenido el proceso de estudiar.

Estoy muy contenta con poder ser parte del presente de la educación judía y del futuro.

Aprendo cómo el maestro puede adecuarse a las nuevas dinámicas y conflictos escolares y sociales de este siglo.